[Relfexión] El idioma del arte

El idioma del arte

El arte nos habla, siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Este idioma, tan diferente y tan universal, por ser común para todas las comunidades; Es el que siempre nos ha unido y nos da una idea de cómo ha sido el mundo hasta el día de hoy.

Es bien sabido que el arte tiene sus variaciones ya que existen diferentes interpretaciones para una misma obra. Donde cada persona percibe las cosas totalmente diferentes dependiendo de sus vivencias personales y su conocimiento sobre el arte.

Por ejemplo, una persona con amplio conocimiento en el campo del arte no apreciará una obra de la misma manera en la que alguien ajeno al tema lo hará. Las dos personas la interpretaran diferente. Pero cada una tendrá sus propias apreciaciones.

Habiendo dicho esto, se puede reconocer que una obra de arte es intencional; pues busca expresar algo, así como también provocar algo en el espectador. Y a esto añadimos otro aspecto interesante, que es la cultura, la sociedad en la que se vive en ese momento. Y no solo en la sociedad actual, pues desde tiempos remotos el arte ha sido utilizado para comunicar algo determinado.

Un ejemplo clave de esto sería el primitivismo. Donde treinta mil años atrás el hombre primitivo tenía como propósito mostrar sus dibujos, brindándonos una idea de lo que estaba sucediendo. Mediante bosquejos en piedras o cuevas, de animales, siendo representados como una amenaza mortal y al mismo tiempo como medio de supervivencia. Era esto simplemente; y aun así transmitía algo sin la necesidad de un lenguaje hablado.

Ahí es claramente, donde el idioma del arte se manifiesta. Y hoy en día nos ha ayudado a comprender como ha funcionado el mundo hasta este momento.

Por otra parte, lo que buscamos con el arte, con su idioma, es sacar lo que llevamos dentro. Comunicarlo de manera menos directa pero igual de efectiva. Porque además es bien sabido que en ocasiones las palabras no son suficientes, y recurrimos al arte.

Una vez hacemos esto resulta increíble cómo esos pensamientos pueden convertirse en algo tangible. Y al mismo tiempo se transmitan a los demás desde la perspectiva del propio artista. El cual les permite ver la obra en cuestión, desde su punto de vista y a partir de ahí, el espectador crea sus propias interpretaciones. Es esto entonces gracias a que el artista quería comunicar una pequeña parte de él.

Si hablamos más de lleno sobre el artista, cabe mencionar que el hecho de tener la intención de comunicar algo y llevarlo a cabo no significará necesariamente que el espectador vaya a interpretarlo de la manera en que este quiere que se interprete. Y esto en parte hace al artista.

Ese momento en el que se da cuenta de que no todo espectador entenderá ese ¨idioma universal¨  de la manera en que quiere que sea entendido, pero igualmente lleva a cabo su obra. Y es aquí donde entra entonces lo complejo del idioma del arte. Lo que lleva a hacernos otra pregunta:

¿Debe tener el artista la intención de comunicar o no?

Porque puede suceder que el artista solo quiera sacar ese algo que lleva dentro, en un momento determinado. En estas ocasiones sigue presente el factor comunicativo pero ya en segundo lugar, pues el artista actúa por algún tipo de emoción. Es decir a veces suele olvidar el factor comunicativo, pero una vez terminada la obra, este saldrá. Siempre se dejará ver al finalizar la obra, como algo innato de esta.  

Recuerdo una vez en clases de dibujo figura, cuando el profesor me pregunta sobre mi trabajo, un autorretrato; ¿qué quieres comunicar con él?

Estaba claro que yo pretendía comunicar algo de mí, pero en el momento no supe cómo llevarlo a cabo, como hacer que eso que quería comunicar era lo que estaba plasmando en mi autorretrato. Lo que dije no se veía en mi obra, no concordaba, carecían de sentido mis palabras una vez que la describía.  Y eso es algo que también debemos tomar en cuenta como artistas. La manera en la que haremos que eso que queremos comunicar sea lo que realmente estamos comunicando.

Debemos saber que al estar consientes del factor comunicativo entonces lo llevemos a la práctica de la manera correcta pues de no ser así la obra no tendría razón de ser para el artista en cuestión. Esto es algo que se va adquiriendo con la práctica, se aprende a dominar el lenguaje y a moldearlo a nuestra manera una vez que sepamos cómo utilizarlo adecuadamente.

Y cuando ya sabemos esto, tendremos el idioma del arte justo a nuestros pies. Dispuesto a trabajar a la par con nosotros y enseñarnos ese mundo de posibilidades que es el mundo del arte.

Ahora bien… ¿Cómo funcionaría esa comunicación entre dos estilos de arte completamente diferentes?

No solo entre dos artistas y sus obras, sino también entre dos movimientos. Por ejemplo, realismo y abstracción. Veámoslos simplemente como dos idiomas de arte diferentes; ambos conservan sus factores comunicativos.

Se ha dicho que cada espectador percibe una obra de acuerdo a sus vivencias personales y tomando esto en cuenta, quien se sienta más identificado o encuentre mayor atracción en una obra abstracta es porque algo en la mente de dicha persona lo relacionó con alguna que otra vivencia ya sea consciente o inconscientemente. Sin embargo, esto no quiere decir que al ver una obra realista no entienda o no sepa de qué se trata exactamente, esta igualmente le comunica algo  aunque no sienta con ella la misma conexión que la que siente con la obra abstracta y viceversa.

Siempre hay algo que comunicar con cualquier tipo de obra, sea este o no nuestro objetivo. Es importante que este idioma permanezca, para seguir ayudándonos a conocer nuestro mundo de una manera más implícita y cómo este ha funcionado a medida que pasa el tiempo. Sigamos creando.

Awelmy Shanell Sosa

 

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