“Cada niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artista una vez que crezca”.-Pablo Picasso
Leudy Marquez dibujaba caricaturas desde los 6 años, su madre, al ver lo talentoso que era, siempre le decía que cuando creciera lo iba a inscribir en la Escuela de Bellas Artes. Sin embargo, después de todo lo que ha pasado en su vida, lo último que el pensó es que precisamente ese lugar iba a formarlo en el artista y en el ser humano que es hoy.
“Con el tiempo adquirí más habilidades para eso de las caricaturas, y yo lo hacía como de hobby en la escuela, en mi casa, pero no era algo a lo que yo era tan apegado, sino que lo hacía cuando me salía; ya tenía las habilidades para el dibujo.”
A los 10 años Leudy perdió la inspiración para dibujar y expresarse por medio del arte. Hizo falta un empujoncito de sus amigos del bachillerato para que él redescubriera su pasión. Un día, en el último año como bachiller, él se ofreció ayudar con un dibujo que se necesitaba, sus amigos, al ver cuanto talento tenía lo incitaron a que se inscribiera en Bellas Artes, y fue ahí cuando recordó a su fan número uno, su madre, quien antes de morir añoraba que su hijo fuera a esa escuela.
Después de graduarse como bachiller, Leudy se inscribió en la UASD para estudiar publicidad, pero estudiar arte estaba en su destino. Un amigo del barrio se había inscrito en la Escuela Nacional de Artes Visuales y le informó sobre la ubicación y todo el proceso que conlleva aplicar e inscribirse en este centro. Fue aceptado, y comenzó sus estudios en ambas instituciones, pero tomó la decisión de enfocar todo su tiempo en el arte.
“Yo tomé la decisión de enfocarme en el arte. Allí, en la escuela conocí profesores muy buenos que me hicieron tener otra visión de la vida, y de las cosas que yo podría lograr con el arte, vieron mi talento y mi capacidad”.
Su desarrollo en Bellas Artes fue rápido, y sin dudas, el apoyo que recibió de sus profesores, tanto económico como humano y psicológico, han sido factores que han marcado y favoresido la vida de Leudy. Antes de ingresar a esta institución era una persona que vivía en una burbuja, aislado, no tenía conocimiento de lo que le rodeaba, ni tenía una cultura visual o general de las cosas. Hoy en día, al estar sumergido en el mundo del arte, empaparse por completo de nuevas experiencias y aprender de las personas que están a su alrededor es imprescindible.
“El mundo de arte me ha dado como más libertad, no simplemente como medio de expresión, sino también en la vida, porque antes de yo apuntarme en Bellas Artes yo era muy aislado y desconocía muchas cosas por eso, por no vivir experiencias, no compartir y dialogar con personas, o sea no avanzaba y eso fue lo que me permitió el arte. Me hizo avanzar, técnicamente aprender arte y también como ser humano, y a tener más sensibilidad por las cosas.»
Leudy está cursando su último año en la Escuela Nacional de Artes Visuales, y se define como una persona muy variante que tiene inquietud por todas las artes en general, y que no está cerrada a aprender cosas nuevas. Su definición de arte es la siguiente:
“El arte es un medio de expresión donde tu obtienes herramientas específicas, ya puede ser la pintura, la escultura, la danza… y con esas herramientas que tu obtienes dejas salir lo que tú eres. Claro, tratando de llevar un mensaje y también tratando de conocerte a ti mismo. Ese es principalmente, para mi, el objetivo del arte en mi vida. Irme conociendo en cada cosa que yo haga, en cada experiencia artística que yo vivo.”
