Cuando te hablan de una mujer que “rapea”, ¿qué te llega a la mente? ¿Delincuencia, sexo, drogas? Pues, como seguro ya sabrás, generalizar nunca es la respuesta correcta, y más cuando vivimos en un mundo con tanta diversidad, donde tenemos infinitas opciones para llegar a ser lo que queramos. Gaudy Mercy es una rapera dominicana amante de las letras, del arte y del conocimiento. Precisamente es gracias al amor a la lectura y a la escritura que hoy está creando su segunda producción discográfica, mientras trabaja simultaneamente enseñando lo que ha aprendido, dando clases particulares a domicilio de las materias básicas y alfabetizando niños en español o en inglés.
Antes de conocer lo que era el Rap, Gaudy era una ferviente apasionada de la lectura y la escritura. A finales de la década de los 90’s descubre el Hip Hop, luego descubre el rap en español, y se inspira por las letras de raperos latinos como Vico C, Tego Calderón, Polaco, entre otros.
El estilo en que cantan estos raperos y cuentan sus historias, le cautivó y fue lo que la motivó a la edad de 9 años a escribir sus primeros versos. En el 2004 decide estudiar morfología, gramática y sintaxis en Casa Lingüística, lo que le ha permitido redactar libros, y pulirse en el área de la literatura. Esos conocimientos son pieza fundamental en su estilo al expresarse.
“Yo creo que todo artista que se expresa con la palabra debe conocer la palabra. Tu no puedes hablar de lo que tu no sabes, tu no puedes hablar sin conocimiento. Yo trabajo por la búsqueda incesante del conocimiento para así poder producir un arte con buena calidad”
Gaudy viene del barrio Los Minas, aunque pareciera cliché, ya que de ahí han salido muchos de los grandes representantes de la Música Urbana. Sin embargo, su caso es contrario a lo que conocemos de este sector, ya que ella decidió tomar lo positivo de este lugar y convertir lo negativo en aprendizaje.
A pesar de que se escapaba a los colmados para quedarse “rapeando” con sus vecinos en la calle, Gaudy decidió no llevarse de la delincuencia y el “tigueraje” que la rodeaba, debido a que la educación que le dieron sus padres, y el hambre que tenía de conocimiento para mejorar en lo que hacía, la mantuvieron centrada y la motivaron a superarse.
“Me siento orgullosa de venir del barrio porque ahí se formó toda mi historia, pero también estoy consiente de que el barrio tiene sus factores negativos que son más grandes que los positivos.”
A diferencia del miedo de su madre, estar en el mundo del Rap no hizo de Gaudy el típico caso de adolescente embarazada, que deja sus estudios y se involucra en un mundo de delincuencia. Sino que sirvió de motor para que ella descubriera un movimiento underground que hace Rap conciencia, con un contenido que busca un cambio social en vez de simplemente señalar una realidad.
“Porque yo podría cantar sobre el barrio, sobre la delincuencia, pero yo no quiero, porque el yo cantar sobre eso es como promocionarlo y yo estoy en contra de promocionar eso porque entonces sigue repercutiéndose. Yo lo que quiero cantar es del otro lado, manejar el pensamiento profundo, tu puedes buscar conocimiento, tu puedes informar y yo creo que a mayor información el progreso que tu vas a tener es mucho mayor.”
En el 2012, Gaudy quedó en el 3er lugar en el evento de Red Bull “La Batalla de los Gallos”. Fue la primera mujer en llegar a la semifinal en este concurso, y lo que la destacó ante sus oponentes fue que en vez de improvisar para ofender a los demás, utilizó sus conocimientos. El reconocimiento que obtuvo tras esta participación le ha abierto muchos caminos importantes para su carrera. Como por ejemplo, conocer a quien actualmente le produce su música, Factor Primo, un productor dominicano que radica en los Estados Unidos, quien la encontró por Youtube y la contactó para trabajar juntos.
Mi filosofía de vida es la búsqueda incesante del conocimiento. Trabajar, siempre crear, ya sea a través del arte, de la ciencia, de la técnica, lo que sea… Todo el mundo puede trabajar una especialidad, trabajar un arte, un don y que eso se convierta en algo productivo, entonces podemos ser seres productivos dentro de nuestra sociedad, del mundo y también vernos como individuos circunstanciales.”
Su primer álbum “La Dama de Hierro” representa su filosofía de vida. Es un análisis de la vida desde su perspectiva, y las 10 canciones que contiene el álbum están conectadas entre sí. A pesar de que Gaudy no hace arte por dinero, ha tenido la oportunidad de vender su música por internet. Tampoco le interesa que vayan a verla cantar porque lleve una faldita o porque tenga “flow”, lo que le interesa es que la gente vaya a escuchar su mensaje.
“Yo quiero que la gente vaya a escuchar lo que yo tengo que decir y que puedan analizarlo y a lo mejor ver el mundo desde una perspectiva diferente, no que piensen como yo, pero lo mejor del mundo, mi alimento es yo encontrarme con alguien que me diga que se siente identificado con una de mis canciones, ese es mi alimento, ese es mi paga, ese es mi todo.”
Con el arte, Gaudy tiene dos misiones, una es ser escuchada en cada rincón del mundo, y así poder inspirar con su historia a otros y motivarlos a tener una mente libre; y la otra es tratar de cambiar la percepción del género femenino que hay en el país. Se siente tan apasionada por este tema que una de sus canciones dice así:
“Yo soy rapera porque quiero, y perdón por la palabra, pero como muchas pude haber elegido ser cuero, porque muestran el cuero porque en el cuero cabelludo no tienen más que pelo pa’ quemar en el salón y malo, malo, porque se vuelven famosas y después la gente cree que en RD no hay otra cosas, mientras el precio importe más que el valor, y mientras que el valor pueda comprarse con la fama, la fama no me importa si nunca llega a mi puerta, un día seré motivo de inspiración con mis letras”.
Y esa, dice Gaudy, es su misión en la vida.
«Para mí el arte es la máxima expresión que tiene el ser humano para poder contar historias, para poder narrar y también para crear […] Todo es producto de una creación entonces el ser humano debe de mantenerse en ese constante crear y el arte le da esa facilidad. […] Para mí, después de la mente humana, el arte en combinación con todos los conocimientos es lo más maravilloso, no nos podemos quejar porque lo tenemos todo. Una tierra que se multiplica, una tierra que te alimenta, y una mente que piensa. ¿Qué más queremos?»
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